282 JETSON EN EL RESTAURANTE

En 1962, la dupla genial de William Hanna y Joseph Barbera crearon una serie animada para televisión llamada “The Jetsons” (traducida como Los Supersónicos a nuestro idioma), en donde se mostraba la cotidianidad de una familia trabajadora de clase media en el año 2062. La serie tenía una virtud que la volvió adictiva para los de mi generación: Mostraba al futuro como divertido y mejor. En el fondo no hay chico que no rece para que su adultez no vaya a ser como la de Terminator, y en lo que respecta a la forma en que interactuamos hoy en día, el futuro ya está aquí. Por suerte, se parece bastante al de la serie.

Son muchísimas las cosas que se mostraban allí (que seguramente veíamos como delirios futuristas imposibles), que no tuvieron que esperar hasta bien entrado este siglo para aparecer. Por ejemplo, ver al señor y la señora Supersónico hablando por teléfono mientras se veían las caras, va camino a ser la norma de cualquier teléfono móvil en el futuro cercano, y ya lo es para aquellos de mayor valor. Hay escenas en donde los Supersónicos no solo son capaces de ver en una pantalla algo, sino que en la misma aparece información adicional sobre el objeto en cuestión. Probablemente ya estaban al tanto de los trabajos de Morton Heilig, considerado el padre de la Realidad Virtual, quien mostró al público su máquina multisensorial (Sensoram) el mismo año de nacimiento de la serie.

El camino de la Realidad Virtual ha ido llevando al concepto de Realidad Aumentada, que no es mas que lograr que la visión directa de un objeto mediante fotografía o video, nos permita interactuar con él no solo desde la imagen, sino a través de elementos virtuales como por ejemplo información del mismo, links de internet, videos, etc. Para que se entienda mejor, una cosa es tomar la fotografía de un cuadro en un museo, y otra es que en la foto recién tomada, aparezca información sobre el pintor, como por arte de magia.

Todo el proceso de Realidad Aumentada se sustenta en dos tecnologías que se van desarrollando a paso vertiginoso. Por un lado, la capacidad de manejar la inmensa memoria que implican los enormes bancos de imágenes necesarios, y por el otro software de reconocimiento de imágenes cada vez mas preciso. Recientemente, para probar, le tomé con mi teléfono una foto a la imagen de Buda (se trataba de una escultura) que aparecía en la portada del libro que leía mi hijo (Siddharta de Hermann Hesse) y activé el buscador de imágenes de Google, ¡Segundos después, en mi teléfono aparecía la información sobre el período en que se hizo la pieza y datos del museo en donde se encuentra!

La Realidad Aumentada es una realidad que va a cambiar nuestra manera de interrelacionarnos con el entorno. Google ya casi terminó la base de datos de imágenes botánicas para que, con solo apuntar la cámara a una planta, sepamos hasta como sembrarla. Muchos museos ya tienen el servicio, y ciudades como Nueva York ya tienen zonas en las que al tomar la foto de una calle, aparecen en pantalla datos de sitios de interés y hasta pueden comprarse entradas para visitarlos en ese instante. Obviamente las posibilidades económicas son infinitas debido que se puede vender publicidad de tiendas de la zona en donde se está tomando la foto, y en este instante la vedette son los lentes de Realidad Aumentada que se esperan para finales de este año. Esto apenas comienza.

II

El cliente llega al restaurant y le traen una tableta electrónica con el menú (práctica que ya se está imponiendo a la hora de entregar la carta de vinos), permitiéndole no solo conocer la oferta y precios, sino ver fotos reales de lo que eventualmente comerá.

Llega la entrada. Dado que el plato está bellamente presentado, saca su celular y decide tomarle una foto. Clic suena el sonido virtual programado que recuerda tiempos en los que las cámaras eran mecánicas, ¡Y comienza, sorpresivamente, la diversión! En la pantalla del celular aparece como por arte de magia el nombre del plato y un menú que dice: Publicar, ver video, recibir la receta, información nutricional, palabras del productor. Lo que era una simple foto para recordar la cena en casa, abre de repente las posibilidades de publicarla inmediatamente en Twitter, un Blog o FaceBook. En la sección video el chef nos muestra como se hace la receta. El comensal está a un solo clic de recibir la receta detallada del plato por correo electrónico. En información nutricional no solo aparece el conteo calórico, sino características de los ingredientes; y hasta se puede ver un video del productor en donde este explique como siembra el ají dulce con estrenada denominación de origen.

George Jetson, el irascible pero feliz Papá Supersónico, está sentado a la mesa. Es el año 2013

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